Esta mañana 15/05/2023 hemos vuelto al asentamiento situado frente al Polígono San Jorge, de Palos de la Frontera. De la mano de compañeras de Mujeres de la Otra Orilla y Solidaridad Internacional Andalucía, a quienes aprovechamos para agradecer de nuevo su apoyo.
El reloj rondaba las 12:30 del mediodía, y el paisaje que nos hemos encontrado una vez más es desolador.
A estas personas, todxs trabajadorxs del campo, vecinas y vecinos del municipio que enriquecen con su fuerza de trabajo, no se les ha ofrecido una solución habitacional desde el sábado 13 de mayo que se produjo el incendio donde lo perdieron todo. Nos decía el alcalde de Palos y también diputado del PP, Carmelo Romero (el que mandó a Iñigo Errejón al médico cuando hablaba de salud mental) el sábado que no sabía dónde iban a dormir, que él no tiene por qué saber la vida de la gente.
Nos cuentas algunos compañeros que están durmiendo en las calles del pueblo, otras compañeras han sido acogidas en las chabolas que se han salvado del fuego, y hay gente que está durmiendo tal que así. Detrás delos colchones que se ven en la imagen, los cuales dan algo de sombra a un viejo sofá donde descansa una compañera.
Escuchábamos declaraciones en estos días que decían que “menos mal que el incendio no ha llegado a los almacenes de manipulado que están enfrente, ni a los bosques de alrededor, porque hubiese sido una desgracia”. Lo que ha ocurrido no lo es. Que más de un centenar de personas que llevan meses salvando la campaña de frutos rojos, la cual lleva años concatenando records de venta y exportación, lo hayan perdido todo no importa. Eso no supone una desgracia para este país donde el racismo institucional abruma, y la falta de Derechos Humanos de las personas migrantes es cada vez más latente.
Hasta el punto de que el mismo Ayuntamiento ha mandado maquinaria para que las personas que tenían sus chabolas cerca de las naves del polígono no puedan volver a construir ahí. Para que la próxima vez que arda el asentamiento la gente de bien, la gente de primera, las empresas y sus materiales no corran peligro.
Después de un rato hablando con la gente, han señalado con el dedo una línea imaginaria que atravesaba todo el asentamiento, y han dado la orden de volver a construir de la línea (marcada por el coche de policía) hacia el otro lado. En la captura de Google Earth, dónde no aparecen las chabolas, señalamos la zona donde han indicado que se puede edificar a partir de ahora.
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