La población salvadoreña ha sido afectada por diferentes fenómenos naturales que han asolado durante los últimos 15 años la región centroamericana. Los altos índices de vulnerabilidad estructural han provocado que tras el paso de cualquier fenómeno natural, las comunidades hayan tenido que reconstruir su realidad, desde su propio esfuerzo y con el apoyo de organizaciones e instituciones nacionales e internacionales.
En 1998, tras el paso de la tormenta tropical Mitch, el 60% de las viviendas quedaron destruidas. Cultivos, caminos, puentes, así como la infraestructura comunal existente fueron asolados por el huracán. Cuando las comunidades comenzaban a recuperar el pulso en su desarrollo se produjeron los dos terremotos en el año 2001, que, en algunas zonas, afectaron al 100% de las viviendas y el total de las letrinas de fosa se hundieron. La escasa infraestructura con la que contaban quedó destruida y las enfermedades de la población se incrementaron en un 60%, afectando principalmente a niñas y niños.
La topografía del área geográfica en la que están situadas las comunidades donde trabaja y desarrolla sus proyectos Solidaridad Internacional-Andalucía no es muy accidentada. Carece de desniveles y es un terreno bastante plano, hecho este que, unido a que no existe un buen sistema de drenaje de agua de lluvias, provoca que el agua se estanque ocasionando inundaciones y problemas de salud derivados de la formación de criaderos de zancudos, insectos que transmiten enfermedades como la malaria, dengue, etc.
Tras los terremotos de 2001 Solidaridad Internacional junto con FUNDESA comienzan a trabajar en San José Las Flores, centrando su actuación en la reconstrucción, es decir, en la construcción de viviendas con sus respectivos módulos de agua y saneamiento. Con ese objetivo se trabajó durante el año 2002 y parte del 2003, en esta y otras comunidades, a la vez que se apoyaba la organización de las mismas.
A partir del año 2003 se incorporan nuevos componentes: producción y salud, a la vez que junto con FUNDESA, se incorpora al proceso la ONG Pro-Vida. Además, se construye una casa comunal en San José Las Flores. Analizadas las distintas problemáticas se observa que hay un proceso importante de avance en la seguridad habitacional, en la organización social y en el proceso productivo a nivel familiar. Se han construido importantes infraestructuras sociales como son el dispensario médico y la casa comunal (en San José Las Flores); se ha iniciado la prestación de servicios de salud y la formación de promotores.
La construcción del proceso de desarrollo comunal rural integral, está en marcha. La continuidad de este proceso se resume en 3 grandes ejes de actuación para poder avanzar en la construcción de un modelo de desarrollo comunal rural integral: Producción y medio ambiente, infraestructuras, organización social y salud.
Dentro del componente de salud se ha apostado como elemento novedoso por la necesidad de trabajar con las personas aquella parte relativa a mejorar su estado psíquico y emocional. La carencia de los medios básicos para la subsistencia hace que otros aspectos también esenciales no se tengan en cuenta, aún cuando estén en el origen de problemas graves que constituyen un obstáculo para el desarrollo de la comunidad.
Junto a estas necesidades se pone el énfasis en la importancia de desarrollar actividades que a la vez que lúdicas y culturales permitan a estar personas mejorar su estado de salud mental. Se hace especial referencia a los/as niños/as que carecen de cualquier tipo de recreación que les permita desarrollarse como lo que realmente son, pues desde edad temprana tienen que hacerse cargo de labores agrícolas en el caso de los niños y del cuidado de la casa y sus hermanos/as en el caso de las niñas.
La casa comunal construida en San José Las Flores con el proyecto anteriormente citado, contempla un espacio común para reuniones, capacitaciones, un espacio destinado al centro de acopio y otro para el establecimiento de un centro de desarrollo infantil. Este último puede ser utilizado para la realización de actividades dirigidas a la población infantil de todas las comunidades aledañas.
